El presente la puerta que siempre hemos pasado por alto

Reflexión sobre el momento presente

ESPIRITUALIDAD EN LO COTIDIANO

Gabriela Juvera

7/16/20252 min leer

El presente: la puerta que siempre hemos pasado por alto

Vivimos en una sociedad que nos enseñó a mirar siempre hacia adelante. Desde pequeños, escuchamos frases como “cuando seas grande”, “cuando tengas un buen trabajo” o “cuando logres tus metas”, como si la vida real empezara después… en algún punto del futuro.

Todo parece girar en torno a ese mañana idealizado, lleno de promesas y recompensas que siempre parecen estar un paso más adelante. Nos programaron para creer que primero debemos alcanzar un título, cierta posición o cumplir expectativas ajenas para entonces sentirnos realizados.

El trabajo, que podría ser una expresión auténtica de nuestro ser, termina convertido en una carrera interminable hacia “algo” que muchas veces ni siquiera sabemos definir. Así, el presente se vuelve un simple trámite, un medio para llegar a ese futuro que —seamos honestos— casi nunca se siente suficiente.

Y este estilo de vida tiene un precio. Vivir desconectados del presente nos pasa factura: el estrés se vuelve parte del día a día, los niveles de cortisol se disparan, el sistema inmunológico se debilita y la mente entra en un estado constante de dispersión. Nos convertimos en seres divididos, atrapados en un ciclo automático que no deja espacio para elegir, cuestionar o simplemente ser.

Pero… ¿y si el presente no fuera un obstáculo que atravesar?
¿Y si no fuera un simple puente hacia lo que sigue?

El presente es, en realidad, la puerta hacia nuestra libertad interior.
Es aquí, en este momento, donde podemos reconectar con nosotros mismos, soltar la carrera interminable y recordar que el verdadero poder no está en el futuro… sino justo donde estás ahora.

Porque vivir despiertos no es algo que sucede después.
Sucede aquí.

Reflexión final
La vida no se mide por las metas que alcanzamos, sino por la capacidad que tenemos de habitar cada instante. Y mientras más postergamos la conexión con el presente, más lejos nos sentimos de nosotros mismos. ¿Cuánto tiempo más vas a esperar para empezar a vivir?

Mi invitación para ti
Haz una pausa. Respira.
Empieza hoy a regalarte momentos de presencia consciente: una caminata sin prisas, una conversación sin distracciones, una respiración profunda al despertar.