El espejo que me hizo ver a mi misma

¿Te has visto reflejado en alguien?

A veces el alma nos pone frente a un espejo.
No un espejo cualquiera, sino uno que revela nuestras heridas más profundas.
Esos encuentros no llegan por casualidad… llegan para transformarnos.

Cuando el alma elige un espejo

En mi caso, ese espejo tomó forma de una relación: una pareja.
Una conexión intensa, desafiante y profundamente reveladora.
Una de esas relaciones que te sacuden por dentro, que te obligan a mirar lo que has evitado por años.

La herida que nunca había sanado

Esa relación me confrontó con algo que había estado oculto por mucho tiempo: mi herida de abandono. No fue un abandono físico, fue emocional. Un eco de mi infancia, de los vacíos no hablados, de lo que no se dijo ni se mostró con ternura. Y, sin esperarlo, esa herida volvió a activarse.

El amor que duele… y sana

En lugar de rechazar esa herida, decidí mirarla. Sentirla.

Verla de frente, el motivo, hablar con ella y aceptar lo que me decía. Entendí que esa relación no vino a completarme…vino a recordarme lo que aún necesitaba sanar.

Volver a mí: el verdadero camino

El proceso no fue fácil, pero fue profundo.
En medio de lágrimas, revelaciones y pausas necesarias, encontré algo que no esperaba:

Mi propia capacidad de amarme.

De abrazarme en medio del caos. De elegirme De volver a mí, una y otra vez.

Amar desde el alma, no desde la carencia

Hoy sé que el amor verdadero no es el que exige, ni el que persigue.
Es el que te permite ser tú.
El que nace desde el alma, libre de expectativas y apegos.
Y ese amor, empieza en una misma.

Una historia real, una transformación profunda

Esta es mi historia.
Una historia real sobre sanar, aceptar y volver a ti misma.
Sobre mirar el dolor sin huir, y elegir el amor propio como camino de regreso.

¿Tú también has sentido un espejo frente a ti?

¿Una relación que te mostró lo que no habías querido ver?
¿Una conexión que te confrontó con tus heridas?

Tal vez esa experiencia también vino a guiarte de vuelta a ti.
A tu centro. A tu verdad. A tu alma.

Te abrazo en este viaje.