Lo que tus Hijos Más Necesitan Eres Tú, Presente

Cuando era niña, lo que más deseaba era que mis papás pasaran tiempo conmigo. No necesitaba nada grande… solo que estuvieran ahí. Hoy, con mi hija, me doy cuenta de que lo que más valora no son mis logros, sino mi presencia. A veces lo que a ellas les emociona puede no parecernos interesante, pero para ellas es un recuerdo eterno. 🎯 El mejor regalo que puedes darle a un hijo —a cualquier edad— es tu tiempo y tu atención. Porque al final, lo que queda no son las cosas… son los momentos.

CRECIMIENTO PERSONAL

Gabriela Juvera

8/14/20253 min read

De niña, yo no pedía grandes cosas. Quería que mis papás estuvieran conmigo: mirar juntos la tele, comentar una película, reírnos con un programa. Recuerdo especialmente The Cosby Show, mi mamá y yo nos sentábamos, comentábamos cada escena y nos metíamos en los personajes. En esos ratos sencillos sentía conexión, pertenencia y amor.

Con los años entendí que la presencia tiene un poder silencioso: no hace ruido, pero construye vínculos que sostienen la vida entera.

1) El regalo más valioso: atención sin prisa

Hoy, más que nunca, vivimos con la mente dividida. Hacemos una cosa mientras pensamos en tres más. Pero la presencia no es estar físicamente al lado: es estar con toda el alma.

  • Qué es: mirar a los ojos, escuchar sin interrumpir, notar el tono, el gesto, el silencio.

  • Qué no es: estar con el teléfono en la mano, asentir sin escuchar, “convivir” pensando en pendientes.

Presencia es decirle al otro con tu cuerpo y tu atención: “Eres importante para mí”.

2) Lo que necesitaba de niña (y quizá tu hija/tu hijo hoy)

De pequeña yo veía respuestas simples: “siéntate conmigo, comparte este momento”. Me preguntaba por qué los adultos no lo veían. Hoy entiendo que no es falta de amor, sino de conciencia y ritmo acelerado.

  • Aprendizaje: la conexión no exige planes perfectos, sino ratitos reales.

  • Traducción práctica: diez minutos de presencia valen más que una tarde entera distraída.

3) La tensión de la productividad vs. la presencia

Con mi hija menor vivo una paradoja: amo crear—preparar clases, avanzar el podcast—y a la vez, lo que a ella más le importa es que yo esté. A veces cuesta soltar el impulso de “aprovechar el tiempo”.

  • Reencuadre: estar con ella también es crear: estamos creando memoria, seguridad y amor.

  • Microherramienta: antes de empezar, respira 3 veces y piensa: “Ahora, esto es lo importante”.

4) Entrar a su mundo (aunque no sea el tuyo)

Habrá cosas que a ellas/ellos les emocionen y a ti no tanto. Sin embargo, cuando aceptas entrar a su mundo, se abren puertas.

  • Prueba: “Enséñame por qué te gusta”, “¿Qué parte es tu favorita?”, “Si esto fuera una escena de película, ¿qué pasaría?”

  • Resultado: se sienten vistas/os. Y ser visto es una forma profunda de amor.

5) El mejor regalo: tiempo + atención

No se trata de cantidad, sino de calidad.
5 micro-rituales que transforman

  1. 10 minutos cara a cara diarios sin pantallas.

  2. Caminata corta para conversar sin presión.

  3. Ritual de cine en casa: elijes tú hoy, yo mañana; siempre con comentarios y risas.

  4. La pregunta de oro: “¿Qué necesitas de mí hoy: que te escuche, que te aconseje o que solo esté?” Ahora le pregunto porqué me cuenta las cosas y que desea de mi.

  5. Cierre del día: un abrazo de 20 segundos y “gracias por…”.

6) Lo que permanece no son las cosas, son los momentos

Con el tiempo, la memoria Guarda escenas: esa risa, ese comentario, ese “aquí estoy”.

  • Una idea: “La foto del instante”. Una selfie sencilla después de cada plan compartido. No por la pose, sino por el recuerdo.

7) Una invitación amorosa

Si hoy te cuesta estar presente porque hay mil pendientes, te entiendo. Empieza pequeño: 10 minutos reales. Lo demás puede esperar; el corazón, a veces, no.

Presencia significa amar en tiempo real.

Mini-guía práctica: 15 minutos de presencia consciente

  1. Respira (1 min): inhala por 4, exhala por 6. Tres ciclos.

  2. Pantallas fuera (30 seg): modo avión o el celular en otra habitación.

  3. Conexión (10 min): miradas, preguntas abiertas, escucha activa.

  4. Cierre (3 min): “¿Qué fue lo mejor de este ratito para ti?” + abrazo.

Preguntas de journaling (para ti)

  • ¿Cuál fue la forma más simple en que me sentí amada de niña?

  • ¿Qué momento de presencia real puedo ofrecer hoy? ¿Cuándo y cómo?

  • ¿Qué pendiente puedo dejar para después sin culpa para estar presente ahora?

Afirmación del día

“Mi presencia es amor en acción. Hoy, elijo estar.”

Llévalo a tu vida hoy

Elige una de estas tres acciones y hazla hoy mismo:

  • Un “sí” a 10 minutos de conexión sin pantallas.

  • Un mensaje: “Quiero estar contigo un rato. ¿Vemos algo juntas/os y me cuentas qué te gusta?”.

  • Un abrazo intencional